Por: Mario Valencia
Astérix & Obelix, dueto reconocido de guerreros galos que desde 1959, han visto plasmar sus aventuras en cómics, películas, videojuegos, etc. En México sus primeras cintas animadas, aquellas donde conocían a Cleopatra, luchaban contra Julio César o iban a la isla británica, son clásicos para aquellos que pasamos nuestra infancia viendo las matinés en la TV.
En 2014, la serie daría su primer salto a la animación 3D con Las Mansiones de los Dioses, co-producción franco-belga con gran éxito entre el público. Cuatro años después, llegaría a las salas francesas Astérix: El Secreto de la Pócima Mágica y gracias a Cinépolis, llegará a salas nacionales este 18 de enero. A pesar de ser la décima cinta animada basada en los personajes de Goscinny y Uderzo, esta es la primera en contar con un argumento original, lo cual generó gran anticipación en su país natal. ¿Habrá logrado cumplir la expectativa?
El legendario druida Panoramix, ha sufrido una caída desde un árbol. Dado que un druida no puede caer nunca y avergonzado del hecho, decide emprender un recorrido por las tierras galas para buscar a un sucesor para que proteja a la aldea y conserve la receta de su pócima mágica. Debido a su lesión, se hará acompañar de Astérix y Obelix para llegar al bosque de los druidas, donde pedirá consejo a sus colegas sobre quien deberá ser su sustituto. Sin embargo, la reunión es interrumpida por el malvado Sulfurix, quien anhela tomar su lugar para esparcir su magia negra sobre todo el mundo. ¿Lograrán nuestros héroes detenerlo?
Sin ser un problema del filme en sí, es importante tener en cuenta un detalle: el doblaje. Señores intérpretes, directores, traductores, actores: no es necesario incluir un personaje de folclor mexicano para dar risa. Por más que intenten, se torna demasiado forzado. Incluso se percibe que algunas bromas perdieron totalmente su intención original por “ser chistoso y bien yucateco”. Por el contrario, cada uno de los personajes mantienen un tremendo carisma, y el añadido de la pequeña Pectine, es más entreñable que impuesto.
Si a usted no le molesta que se vayan por la risa fácil, adelante. Astérix es un filme ameno, de gran estética y una estupenda conciencia de los animadores por la iluminación. El ritmo de la trama es constante, rápido, aunque la comedia de pastelazo en ocasiones cae en lo absurdo. Resulta demasiado surreal que durante la época de los galos y romanos, suene “You Spin Me Right Round” de Dead or Alive (elemento presente desde Astérix y los Vikingos). ¿Es necesario incluir un tema de los 80’s en cada producción actual? Fuera de eso, es diversión asegurada para todas las edades.
Como un incentivo maravilloso para animarse a verla en salas, Cinépolis tiene la siguiente dinámica: al presentar tu boleto de la película en cines seleccionados, te regalan una reedición de los primeros libros de Astérix.
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